Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como La Habana

La Habana: un estado de ánimo

Imagen
Cuenta Eusebio Leal, el historiador de la ciudad y responsable de la restauración y rehabilitación de su centro histórico, que La Habana es “un estado de ánimo”. “Cuando uno llega a La Habana, siente que algo le seduce, le atrae, le atrapa, no deja indiferente a nadie. A veces la ciudad está cubierta por un velo de decadencia. Pero cuando tú rompes el velo aparece el esplendor de su urbanismo y de una arquitectura que te permite, por una sola avenida, ir desde los castillos del siglo XVI hasta la modernidad de Richard Neutra”.  El País.

La Habana Vieja

Imagen
¿Puede parecernos hermosa una ciudad que se cae a pedazos? Yo creo que si. Al menos esa es la sensación que tienes cuando paseas por la Habana vieja, la de una ciudad que necesita reformas y rehabilitación urgente, pero que a pesar de ello, ofrece una imagen armoniosa y amable. Contribuye, y no poco, a este sortilegio, el carácter de los cubanos, siempre alegres y aparentemente resignados a su suerte, esperando sin prisas tiempos mejores.

Malecón de La Habana

Imagen
El Malecón  es un sugerente paseo marítimo de cerca de ocho kilómetros de largo ubicado en La Habana. Este enorme paseo es también una de las avenidas más auténticas y famosas de  Cuba  y uno de los puntos de reunión preferidos por amantes, poetas, trovadores, filósofos y pescadores. Goza de un ambiente especialmente apasionado durante el atardecer, ya que es aquí donde se puede apreciar uno de los ocasos más bellos de la isla.  visitarcuba.org

Viaje al pasado

Imagen
Un viaje al pasado.  Esa es la sensación que tiene uno al ver el parque automovilístico de La Habana, la de una vuelta al pasado. Son miles los coches que dejaron de fabricarse hace medio siglo pero continúan circulando, inmunes al paso del tiempo, por las calles de la ciudad. Preciosos vehículos de colores vivos y brillantes; rojos, amarillos, naranjas, azules, verdes, que forman parte del paisaje urbano de la capital cubana. De las medidas de seguridad y los problemas derivados de la contaminación, mejor no hablar. Pero quién puede resistirse a subirse a uno de ellos. En la imagen tenéis el que utilizamos mi amigo Tomás y yo para hacer la visita turística de la ciudad. Como podéis ver, está impecable.