¡Calor!


Un aspecto crucial a tener en cuenta cuando decides hacer un viaje, es el tiempo previsto en el destino. Ese dato debería desaconsejar determinados lugares por los riesgos que puedes encontrar; un calor insoportable, en el caso de Egipto en verano, o las lluvias torrenciales en el Caribe en septiembre y octubre, por poner un par de ejemplos. Pero a veces, aunque adviertes al cliente, éste hace caso omiso y confía en la buena suerte para evitarlos. En ocasiones y por desgracia para él, ésta no aparece y el intrépido viajero se encuentra con un desastre que arruina sus expectativas.
En Andalucía estamos acostumbrados a los rigores del verano e intentamos combatirlos de distintas formas; una de ellas es cambiando los horarios para evitar estar en la calle en las horas más tórridas del día. Cuando esto no es posible sólo hay un remedio: “echar por la sombra”.
Como podéis ver en la imagen, tomada en la calle Reyes Católicos de Granada, la ciudad ayuda en este propósito instalando unos toldos que impiden que a los viandantes se les “achicharren los sesos”, como decimos en la tierra.

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